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VETE DE TU TIERRA... “La Historia de Abraham”. Autor: Luis Enrique
Torres.
“VETE DE TU TIERRA”
“Como las estrellas del cielo y la arena del mar”
“La historia de Abraham”

PERSONAJES.
Dios.
Abraham.
Sara.
Lot.
Mujer de Lot.
Agar.
Ismael.
Isaac.
Melquisedec.
Siervo de Abraham.
Ángeles.
Vecinos.
Pastores de Abraham.
Pastores de Lot.
Amigos de Abraham.
Rey de Sodoma.
Rey de Gomorra.
Mujer 1.
Mujer 2.
Mujer 3.
Hijas de Lot.
Siervo 1.
Siervo 2.
Reyes.
Amigos de Abraham.
Parteras.
MUSICALIZACIÓN Y EFECTOS DE SONIDO: aquellos necesarios para ambientar
la obra.
TEMAS MUSICALES: estos temas son solo sugerencias, si ustedes pueden
componer temas que se adecuen a la obra, mucho mejor.
Jehová provee, Jireh, es su nombre. Versión en español del Ministerio
de Alabanza & Adoración del C.C.N.V. Para la escena donde Dios ordena
el sacrificio de Isaac. Puede utilizarse primero sólo el instrumental
–lento- y luego cuando Dios detienen a Abraham y le muestra el carnero
atascado en los arbustos la canción en sí.
Aquí estoy. Jaime Murrell. Para el momento en que Abraham está por
ofrecer a su hijo.
Pon tu fe. Visiones. Para la escena en que sale hacia el lugar en que
Dios le ha dicho.
Mi Redentor es Verdadero y Fiel. Steven Curtis Chapman, versión en
español del Ministerio de Alabanza & Adoración del C.C.N.V. para la
escena en que se hace un recorrido por la vida de Abraham.
Él es Jehová. Danny Berrios.
Altísimo Dios. Ron Kenoly, versión en español del Ministerio de
Alabanza & Adoración del C.C.N.V., para la escena en que Melquisedec
bendice a Abraham, se recomiendo usar sólo instrumental.
Dios de mi sustento. XXXIII DC, para al escena que Dios le cambia el
nombre.
The Big Aventure. La Gran Aventura, Steven Curtis Chapman. Se puede
usar como fondo general de la obra, ya que la canción trata de la
aventura que es vivir tomado de la mano de Dios teniendo fe en él.
Behond Belief. Petra. Idem anterior.
Escena 1.
La obra puede empezar mostrando el momento de llamamiento de Abraham,
para esto también puede utilizarse una canción –en donde se narre este
hecho- o directamente un dialogo.
Dios(voz en off): ¡Abram! ¡Abram!
Abraham: ¿Quién es? ¿Quién me habla? Y no veo a nadie por aquí ¡Estaré
empezando a oír cosas?
Dios: ¡Abram! Yo soy el Dios Todopoderoso.
Abraham: No lo puedo creer Dios me está hablando a mi ¿Qué quieres de
mí, Señor?
Dios: Tengo un mensaje para ti, Abram.
Abraham: ¿De qué se trata?
Dios: Escúchame, porque lo que tengo que decirte es muy importante
para ti, y también para toda tu descendencia, tienes que irte de tu
tierra, debes dejar Ur de los caldeos y a toda tu familia.
Abraham: ¿Dejar mi ciudad y a mi familia?
Dios: Si, así es, vete de tu tierra.
Abraham: ¿Y a dónde debo ir?
Dios: A la tierra que yo te mostraré.
Abraham: ¿Y a dónde es esto?
Dios: Eso lo sabrás a su debido momento, a medida que des los pasos
necesarios, lo averiguarás, porque yo te lo mostraré.
Abraham: Esto es una locura, pero lo haré.
Dios: Y una vez allí, yo voy a hacer de ti una nación grande, y te
bendeciré, y engrandeceré tu nombre, y serás bendición.
Abraham: ¡Guau, qué palabra! ¿Y todo eso es para mí?
Dios: Y, además, bendeciré a los que te bendijeren, pero a los que te
maldijeren maldeciré; y serán benditas en ti todas las familias de la
tierra.
Abraham: Esto es muy fuerte, es demasiado, no me lo esperaba, Dios me
está hablando de cosas muy grandes, debo ir a avisarle a Saraí,
debemos alistarnos enseguida.
Escena 2.
Abraham va a avisarle a Saraí, al darle esta noticia ella se
sorprende, entonces él le explica lo que Dios le ha dicho, y luego de
esto empiezan a preparar las cosas para hacer el viaje.
Abraham: ¡Saraí! Vení rápido que tengo que hablar con vos.
Sara: ¿Qué es lo que pasa? Apúrate que tengo la comida en el fuego y
no quiero que se me queme.
Abraham: Ahora la comida no importa.
Sara: La verdad que debe ser algo muy importante para que digas algo
si de la comida ¿qué es lo que me quieres decir?
Abraham: Tenemos que prepararnos porque nos vamos de viaje.
Sara: ¿Y a dónde si se puede saber?
Abraham: Eso todavía no lo sé.
Sara: Para un momento ¿me estás diciendo que nos tenemos que ir de
viaje, pero que no sabes a dónde?
Abraham: Eso mismo.
Sara: ¿Pero te volviste loco o que bicho te pico? ¿Cómo vamos a dejar
nuestra casa para irnos anda a saber dónde? Me parece que el sol te
está haciendo mal, metete en la cama que voy a llamar la médico.
Abraham: Pero no, escúchame, no estoy loco, es que Dios me habló.
Sara: ¿Que Dios te hablo?
Abraham: Si, y el me dijo que me tenía que ir de Ur, a una tierra que
el me iba a mostrar, y en esa tierra me bendeciría de una forma
extraordinaria.
Sara: ¿Vos estás seguro de lo que me estás diciendo, no? ¿Está no es
una broma?
Abraham: Nunca estuve más seguro en toda mi vida, además nunca jugaría
con algo así; tienes que creerme te digo la verdad, yo también en un
principio pensé que era una locura, pero Dios me habló.
Sara: Está bien, te creo, porque si Dios te hablo tenemos que
obedecerlo, y si nos tenemos que ir de nuestra ciudad, dejando nuestra
comodidad, nuestra cultura y emprender una aventura de fe lo vamos a
hacer, porque si es Dios que ha hablado cosas grandes va a traer sobre
nosotros.
Escena 3.
Mientras ellos preparan sus cosas sus vecinos que los ven están
intrigados, incluso sus parientes lo están. Ellos se acercan a
preguntarle que está haciendo, a lo que el debe responder que esta
organizando un viaje.
Cuando preguntan a dónde, Abraham responde que no sabe, los demás se
miran extrañados, y preguntan cómo es que va realizar un viaje sin
saber a dónde va.
Entonces Abraham, les dice que Dios le ha ordenado salir de Ur de los
caldeos a una tierra que él le va a mostrar, porque allí él va a hacer
de él un nación grande y poderosa.
Los vecinos y parientes miran a Abraham como si hubiese perdido la
razón, unos se burlan y otros tratan de hacerlo desistir.
La gente pasa cerca de allí y mira todo con curiosidad, todos se
preguntan qué hacen.
Hombre: ¿Pero qué están haciendo?
Mujer: Parece que están por salir de viaje algún lado, vamos a
preguntarles.
Hombre: No, a ver si piensa que somos unos chismosos.
Mujer: Y si es la verdad, pero te digo algo yo con la espina de saber
qué están planeando estos dos no que quedo.
Hombre. Bueno vamos. Pero anda vos primero.
Mujer: Y claro que voy a ir primero ¿o te pensas que vos ibas a tener
la exclusiva?
El hombre y la mujer se acercan a Abraham y a Sara.
Mujer: Bueno días ¿cómo les va? Veo que están organizando una limpieza
general de su casa.
Abraham: Esto no es una limpieza, pero si estamos organizando algo.
Hombre: ¿Una fiesta acaso? ¿Qué celebramos?
Sara: No hombre, no es una fiesta, estamos organizando un viaje porque
nos vamos de Ur.
Mujer: que suerte que tenes Sarai, te vas de vacaciones con el viejo.
Sara: Yo no dije que nos vayamos de vacaciones, nosotros nos vamos
para siempre, dejamos definitivamente Ur.
Hombre: ¿Qué? ¿Están por irse para siempre?
Mujer: ¿Y a dónde van si se puede saber?
Abraham: No sé.
Hombre: Vamos díganos, le prometemos no decírselo a nadie.
Abraham: Es que en verdad le digo que no sé, no sé a donde vamos, pero
nos vamos.
Mujer: A ver déjeme entender o al menos tratar de entender ¿usted nos
está queriendo decir que está por hacer un viaje, y dejar su casa y
todo lo que tiene en Ur para irse a un lugar que ni siquiera sabe
donde esta?
Abraham: Si, es así.
Mujer: Ah bueno, me parece que para andar de mochilero ustedes están
un poquito grandes ¿no creen?
Hombre: Pero esto es una locura ¿cómo es que se le ocurrió semejante
cosa?
Abraham: Es que Dios me dijo que me tengo que ir y dejar esta ciudad a
una tierra que él me mostrará; y en donde tiene preparada para muchas
cosas grandes, entre ellas va a hacer de mí una nación grande y
poderosa.
Mujer: Así Dios, claro una nación grande y poderosa, mire usted que
bien.
La mujer habla con el hombre.
Mujer: Che, me parece que a este se le aflojó un tornillo, está loco,
espera a que la ciudad se entere, yo me voy a contárselo a los demás.
Hombre: Yo me quedo a ver si lo puedo convencer de que se quede.
El hombre sigue hablando con Abraham y Sara.
Hombre: Pero don Abram, usted no puede salir de su ciudad, de la
comodidad de las cosas que conoce sólo porque vaya a saber a que dios
se le ocurre; incluso esto puede producto de su imaginación, o el
pasar demasiado tiempo en el sol, usted tiene que pensarlo muy bien,
no sea cosa que se arrepienta después y sea tarde, no haga esto,
escúcheme, se tiene que quedar es por su bien y el de su esposa.
Abraham: Mire, le agradezco mucho su preocupación, pero junto con mi
esposa ya hemos tomado una decisión, y es que vamos a obedecer lo que
Dios nos ha dicho y vamos a ir al lugar que él no ha mandado.
Hombre: Pero hombre, eso es una locura ¿qué no ve que es muy
arriesgado?
Abraham: Si, claro que veo que es muy arriesgado, pero si Dios ha
dicho yo sé que el se encargará de todo.
Hombre: Sigo pensando que es una locura, aventurarse así hacia un
lugar desconocido.
Abraham: Como le dije ya hemos tomado una decisión y ésta es firme,
vamos a creerle a Dios aunque no veamos nada ni sepamos a donde vamos;
y como usted acaba de decir vamos a embarcarnos en una aventura, pero
no en una aventura así nomás, sino en una gran aventura de fe.
Como el hombre ve que están muy decididos, sale.
Escena 4.
Seguidamente se muestra el mercado de la ciudad de Ur a la gente, en
especial a las mujeres comentando hacer de la idea de Abraham de dejar
la tierra de los caldeos, también deben comentar acerca de Sara, y
hablar de su esterilidad.
Todos pueden comentar de la locura de hacer un viaje semejante, a una
tierra desconocida, y por un camino plagado de peligros.
Mujer 1: ¿Se enteraron?
Mujer 2: ¿De qué? ¿De lo del viaje?
Mujer 3: Si es lo único de lo que se habla, de la loca idea de Abram
de llevar a su familia vaya a saber a donde.
Mujer 2: Si pero hay también tiene mucho que ver Sarai, porque ella
como mujer de la casa tendría que hacerle ver que esto no esta bien,
pero no ella también le da manija y se prende fácil.
Mujer 1: Saben lo que pasa, es que Abram esta mal porque no tiene
hijos, piensen ¿hace cuánto que se casaron? Y nada.
Mujer 3: Tenes razón, mira a su hermano el ya tiene hijos, y eso que
se caso después que él.
Mujer 2: Pero Abram no tiene la culpa, acá la culpable es Sarai, de
seguro esto es un castigo de Dios que desaprueba ese matrimonio, y
como no pasa nada Abram inventó todo esto de ir a otro lugar para que
Sarai haga un tratamiento para tener hijos.
Mujer 1: Pero es una locura dejar Ur ¿a dónde va ir? Encima dice que
Dios le habló, me parece que Abram está un poco loco.
Mujer 2: Y la verdad si, Abram está loco, mira que la familia trato de
convencerlo para que se quede y nada; lo único que acepto es que Lot,
su sobrino vaya con él.
Mujer 3: Me imagino como debe estar la mujer de Lot con esta idea.
Mujer de Lot: ¡Esto que reviento, grupo de arpías chusmas!
Mujer 3: No te desquites con nosotras, ya que no tenemos la culpa de
que le tío de tu marido este loco y tenga delirios místicos.
Mujer de Lot: Es que yo no puedo creer que Lot haya aceptado una cosa
semejante, y eso que le dije, que le avise, pero no, es como todos
hace lo que le parece, y la familia es la que paga el plato roto,
ahora tengo que dejar mi casa, mis comodidades, todo lo que me costó
tanto conseguir para ir con este par de loco, pero ya me van a oír, y
lo peor es que tengo que llevarme a mis hijas, las nenas estás muy
mal, tienen que cortar sus estudios, y si hasta sus novios las
dejaron.
Mujer 1: ¡Qué terrible! La verdad que estar en tu situación no es
fácil.
Mujer de Lot: Y la verdad que no.
La mujer de Lot sale y las demás siguen hablando.
Mujer 1: La verdad que esta bruja se merece eso y mucho más porque
siempre se la dio de superior.
Mujer 2: Si, tenes razón ¿vieron la cara que tiene?
Mujer 3: Ella que nunca hizo nada en su vida, tener que salir al
campo, como me gustaría verla en su primer noche al aire libre, eso si
que va a ser para alquilar balcones.
Mujer 1: Y las hijas no se le quedan atrás ¿sabes como deben estar los
novios? Festejando porque por fin se las quitaron de encima.
Mujer 2: Y eso de que sus hijas estudiaban y tuvieron que dejar su
carrera no se lo cree nadie, si todos saben que son un par de vagas
que no hacen otra cosa que callejear todo el día.
Mujer 3: La decir esta decisión de Abram no pudo venir en mejor
momento, ya que gracias a ella nos sacamos de encima a este grupo de
arpías.
Mientras ellas hablan y ríen salen de escena, o se empieza a bajar la
luz.
Escena 5.
En esta escena aparecen Abraham, Sara, los siervos de estos, Lot su
esposa y sus hijas y los siervos de estos, además de un gran grupo de
curiosos que no se quieren perder la partida a este loco viaje.
Cuando Abraham ve que todo ya esta listo da la orden de salir. En esta
parte puede ir una canción que hable de salir a lo desconocido tomado
de la mano de Dios y confiando en su promesa, tomándola como la única
brújula.
Mujer de Lot: Ay, ya no doy más, los pies me están matando ¿a dónde
nos piensa llevar este loco?
Hija de Lot 1: Má, ya no quiero caminar más, quiero volver a casa.
Hija de Lot 2: Yo también, no es justo que nos hayan arrastrado hasta
aquí, nosotras que culpa tuvimos de tener un pariente loco que cree
escuchar a Dios ¿Por qué no pudimos quedarnos en casa de alguno de los
otros tíos en Ur?
Hija de Lot 1: Si él quería irse, se hubiera ido solo ¿Por qué
teníamos que venir nosotros con ellos dejando todo lo que teníamos?
Mujer de Lot: Eso agradézcanselo a su padre.
Lot: Bueno no se quejen, que a mi tampoco me gusta tener que venir con
ellos.
Mujer de Lot: ¿Y entonces porqué no nos quedamos en Ur?
Lot: Porque no podía dejar solo al tío, ya que cuando papá murió él me
llevo a vivir con él y me atendió como si fuera su propio hijo, la
verdad que quedaba mal que lo abandonara.
Mujer de Lot: Si todo eso es muy conmovedor ¿pero vos te olvidaste que
tenes esposa y dos hijas pedazo de negligente? Querido por si no lo
notaste ya no podes pensar por vos solo ¿o que te crees que podes
hacer las cosas que hacías cuando eras soltero? Ay, ya lo decía mamá
que mal hice en casarme con vos, pero no, yo tenía que estar
empecinada en hacerlo, eso me pasa por no saber elegir a los hombres.
Lot: Bueno, la podes terminar que ya tengo suficiente como para encima
escuchar tus quejas.
Mujer de Lot: Mira mejor anda a pregúntale a tu querido tío cuanto
falta, porque si no te juro que agarro a las nenas y me vuelvo para
Ur, y hablo en serio, mira que te dejo y no me volves a ver ni el
rastro.
Lot: Bueno está bien, no te pongas así que se te sube la presión,
además no creas que yo sólo lo hago por agradecimiento, sino más bien
por interés, porque no creas que a estos dos les queda mucho y yo
quiero ser parte del testamento, así si les seguimos la corriente todo
lo que ellos tienen va a ser nuestro, recorda que no tienen hijos.
Mujer de Lot: Bueno al fin estás demostrando algo de inteligencia, y
yo ya estaban empezando a cuestionarme el haberme casado con vos.
Lot: No te preocupes querida, muy pronto vamos a ser muy ricos y
volveremos a nuestra ciudad, pero por el momento tenemos que seguirles
la corriente.
Luego de esto Lot se acerca a Abraham.
Lot: Y tío ¿falta mucho todavía?
Abraham: No, ya estamos cerca, un poco más y podremos detenernos, mira
ya estamos en Siquem, y más allá se encuentra el encinar de More; esta
es la tierra de los cananeos, nos ubicaremos provisoriamente allí.
Luego de esto siguieron su camino, y esa noche mientras Abraham estaba
en al puerta de su tienda Dios habló con él.
Dios: ¡ABRAHAM! ¡ABRAHAM!
Abraham: Si, Señor, heme aquí.
Dios: ¿Ves toda esta tierra?
Abraham: Si Señor, le veo.
Dios: A tu descendencia se la voy a dar. Aunque hoy eres extranjero y
peregrino en ella, y la ves habitada vendrá el momento en que tu
descendencia poseerá toda la tierra que ves, porque como te dije al
llamarte de Ur de los caldeos toda esta tierra te voy a dar, y voy a
hacer de ti una nación muy grande.
Abraham: ¡Oh, Dios! ¡Qué bueno que eres al darme esta promesa tan
grande!
Y al decir así Abraham adoró a Dios, y seguidamente edifico un altar
en ese lugar para honrar a Dios.
Luego de esto se puede mostrar como se dirigieron al lugar que en
encuentra entre Bet-el y Hai y acamparon allí; y como nuevamente
Abraham edifico otro altar a Dios en ese lugar.
Abraham: Oh, Señor Dios Todopoderoso, te ruego que recibas esta
ofrenda que presento delante de ti; en medio de esta tierra habitada
por gente que no te conoce y que sigue a ídolos que ellos mismo
fabrican yo quiero demostrar al único y Soberano Dios verdadero,
Creador de los cielos y la tierra; por eso en este momento yo invoco
tu precioso y santo Nombre.
[Si se considera adecuado se puede mostrar el momento en que Abraham
viaja de allí al Neguev, y como luego de un tiempo de vivir en la
tierra de Canaán sobreviene el hambre.
Si se hace esto se debe mostrar el descontento y las quejas de la
mujer y las hijas de Lot, y la decisión de viajar a Egipto, en donde
se puede contar un poco de los sucesos ocurridos allí.]
Escena 6.
Para entender mejor esta escena se puede mostrar como todo lo que
Abraham tenía había sido multiplicado debido a la bendición de Dios,
también se debe mostrar como todo lo que era de Lot también había sido
prosperado por la bendición que estaba sobre la vida de Abraham.
Debido a esto, se debe interpretar, que la tierra no era suficiente
para poder soportarlos a amos, porque además, habían empezado a surgir
conflictos entre los pastores de Abraham y los de Lot.
Por esto Abraham llamo a Lot a una reunión, reunió a la que también
asistió la mujer de éste último.
Lot: Tío ¿usted quería vernos?
Mujer de Lot: ¿Para qué quería reunirse con nosotros? Mire que estamos
muy ocupados, espero que no sea para viajar de nuevo, mis pobres hijas
todavía no se recuperan del viaje anterior.
Abraham: No, no es nada de eso.
Mujer de Lot: Bueno, menos mal.
Lot: Pero ¿de qué quería hablarnos?
Abraham: Bueno sobrino, como verás Dios nos ha bendecido a ambos con
una gran cantidad de riquezas y mucho ganado, tanto que la tierra en
donde estamos no basta para nosotros dos.
Lot: Si, tío eso ya lo sé.
Mujer de Lot: Uy, espero que el viejo no le este por pedir una parte,
porque si no se arma.
Abraham: como seguramente sabrás en estos últimos días ha habido
ciertos problemas entre nuestros pastores debido a que la tierra no
alcanza, pues los animales no tienen espacio suficiente para pastar, y
además las fuentes de agua no bastan para ambos.
Lot: Si, me entero que se produjeren ciertos inconvenientes ¿tenes
alguna sugerencia para solucionar esto?
Abraham: Bueno, la verdad sí.
Mujer de Lot: ¡Sonamos! Ahora de seguro que se va a querer quejar con
lo mejor.
Abraham: Lo que estaba pensando era que debemos separarnos porque no
podemos seguir estando juntos, porque no es bueno que siendo parientes
nuestros pastores tengan problemas entre si, por eso te pido que tu
elijas el lugar hacia donde quieres ir, y yo iré hacia el opuesto,
para que no surjan más problemas.
Lot: Me parece una propuesta muy interesante, voy a consultar unas
cosas con mi esposa y ya te contestamos.
Lot se da vuelta hacia su esposa y se la lleva hacia un costado para
hablar con ella.
Lot: ¿Escuchaste la propuesta? Es nuestra oportunidad de sacar
ventaja.
Mujer de Lot: Tenes razón, tenemos que elegir bien y quedarnos con lo
mejor antes de que el viejo se avive.
Lot: ¿Y qué elegimos?
Mujer de Lot: Y obvio que la llanura, especialmente la zona
comprendida por las ciudades de Sodoma y Gomorra, escuche maravillas
de esas ciudades, son muy prosperas y ricas, dicen que las casas son
espectaculares y hay cualquier tipo de lujos y comodidades, además hay
buenos colegios en donde podemos mandar a las nenas, vamos para allá,
porque yo ya me cansé de un lugar a otro.
Lot: ¿Y los viejos?
Mujer de Lot: Y que se embromen, no hay mucho para elegir, porque lo
único que tienen es la zona montañosa.
Lot: Me parece que esta vez mi tío metió la pata, y no va a ver
bendición de Dios que lo ayude del desastre que se le viene.
Mujer de Lot: Pero dale, contéstale antes de que se avive.
Lot se dirige hacia Abraham.
Lot: Bueno tío, luego de hablarlo con mi esposa, hemos considerado tu
oferta y aceptamos porque creemos que es muy justa.
Abraham: Me parece bien ¿y hacia donde van a ir?
Mujer de Lot: Nosotros elegimos la llanura del Jordán.
Abraham: ¿La llanura?
Lot: Si la llanura del Jordán ¿por qué, hay algún problema?
Abraham: No ninguno.
Mujer de Lot: Bueno entonces asunto arreglado, y ya que todo está
terminado nos vamos porque tenemos que preparar todo, ya que nos vamos
esta misma tarde, por favor despídanos de la tía y dígale que nos
perdone por irnos sin saludarla, es que tenemos mucho que hacer.
Lot: Si es cierto, chau tío, y muchas gracias.
Mientras Abraham observa como salen, luego baja su cabeza como
decepcionado, luego mira hacia su alrededor, un territorio inhóspito.
Abraham: ¿Y se puede saber que voy a hacer acá? Si en este lugar solo
crecen zarzas y arbustos que no sirven para nada, la hierba es escasa
y el agua también, me doy cuenta como mi propio sobrino abusó de mi
generosidad y se quedó con lo mejor de la tierra, yo que quise
portarme bien me doy cuenta que fui estafado en mi buena fe, pero no
puedo decir nada porque di mi palabra e hice un pacto con él.
Mientras Abraham dice estas cosas se sienta y baja la cabeza.
Dios: ¡ABRAHAM! ¡ABRAHAM!
Abraham: Si, Señor heme aquí.
Dios: Alza ahora tus ojos, y mira desde el lugar en donde estás hacia
el norte y el sur, y al oriente y al occidente.
Porque toda esta tierra que ves, la daré a ti y a tu descendencia para
siempre.
Y haré tu descendencia como el polvo de la tierra; que si alguno puede
contar el polvo de la tierra, también tu descendencia será contada.
Levántate, ve por la tierra a lo largo de ella y a su ancho; porque a
ti te la daré.
Abraham: ¿Pero y mi sobrino Lot?
Dios: tu sobrino no tiene nada que ver en esto, porque yo te dije que
salieras de tu tierra y dejaras a toda tu familia, mi bendición no es
para Lot, ni yo hice pacto para bendecirlo ni engrandecerlo a él, yo
hice pacto contigo, a ti te llame, no temas ni estés apesadumbrado.
Sube la música y las luces se apagan.
Escena 7.
Al inicio de esta escena se puede mostrar como los reyes Amrafel,
Arioc, Quedorlaomer y Tidal están planeando una guerra contra el rey
los reyes de Sodoma, Gomorra, Adma, Zeboim y de Zoar.
Se puede mostrar, luego, a la familia de Lot haciendo su vida en
Sodoma, cuando de pronto irrumpen soldados que los llevan cautivos y
se llevan todo lo que tenía.
Para esta escena se requiere que la música sea al principio de
misterio y luego de acción, se deben conseguir efectos de sonido de
luchas con espadas y gritos, la iluminación cuando los soldados
asaltan Sodoma tiene que dar la idea de que se está incendiando la
ciudad.
Se debe mostrar como uno de los cautivos logra escapar y llega a lo de
Abraham que al verlo va hacia él, le da un poco de agua, y luego le
pregunta que es lo que había pasado, éste le cuenta con lujo de
detalles como el rey de Sodoma junto con todos su aliados fueron
vencidos por sus enemigos, que además saquearon la ciudad y se
llevaron a todos los habitantes como cautivos, entre ellos a Lot y
toda su familia.
Al escuchar esto Abraham llama a sus amigos y aliados, Mamare, Escol y
Aner, y a sus siervos y les dice que deben prepararse para la batalla.
Luego de que lo hacen salen a rescatar a Lot y su familia.
Mientras tanto, Lot y su familia la están pasando muy mal, la mujer y
las hijas de éste no paran de lamentarse, de tal forma que los que los
custodian se enfurecen y de muy mala manera les ordena que se callen
porque si no les va a cortar la lengua.
En ese momento Abraham y sus aliados llegan y vencen a los enemigos, y
liberan a Lot, quien ve con vergüenza, junto con su esposa y sus
hijas, como aquel a quien habían tratado de estafar en lo tocante a la
elección de la tierra había venido a su rescate, pero no obstante la
mujer de Lot no deja su postura, e incluso se queja de que llegó
tarde, que tenía que haber llega más temprano, pero nadie le hace
caso, es más alguien le coloca sal en la boca para que no hable.
Luego de esto vuelven a su lugar, mientras van llegando aparece el rey
de Sodoma y el rey Melquisedec, que además era sacerdote del Dios
Altísimo.
Melquisedec: ¡Bendito sea Abram del Dios Altísimo, creador de los
cielos y de la tierra;
Y bendito sea el Dios Altísimo, que entregó tus enemigos en tu mano!
Abraham: Yo te ruego que aceptes de mi mano los diezmos de todo lo que
hemos rescatado, acéptalo porque tú, oh rey de Salem, eres el
sacerdote del Dios Altísimo, y como tú bien dijiste si no hubiera sido
por él no habríamos alcanzado y vencido a nuestros enemigos y
rescatado a las personas y al botín.
El rey de Sodoma: Bueno todo muy lindo y bonito, ahora yo quiero
recompensarte, entrégame a todas las personas, y también a los
prisioneros, y tú quédate con el botín, considéralo como una
recompensa de mi parte.
Abraham: Eso si que no lo haré.
Lot: ¿Pero el tío está loco o qué le pasa?
Mujer de Lot: Che, cállate, ¿no ves que si acepta se queda con todo lo
nuestro y vamos atener que pedirle a él?
Rey de Sodoma: ¿Pero por qué no quieres aceptar lo que te ofrezco?
Abraham: Porque yo te conozco, por eso prometí ante el Dios Altísimo,
el Creador de los cielos y la tierra, que nada voy a tomar ni aceptar
de tu mano, para que después no andes diciendo: Yo enriquecí a Abram,
y gracias a mí tiene todo lo que tiene.
Sólo lo que los que fueron como soldados, y la parte que les
corresponde a mis amigos que vinieron ayudarme, Aner, Escol y Manre,
porque ellos deben tomar su parte, a ellos si debes recompensarlos.
Rey de Sodoma: Bueno está bien, será como tú dices, pero considero que
no sos muy inteligente al rehusar mi oferte de quedarte con todo,
además esto era un pacto en el cual yo me comprometía contigo para
ayudarte en todo, porque ahora estos reyes también son tus enemigos,
pénsalo ¿qué puede hacer un nómada como vos contra ellos? Hoy los
pudiste vencer porque tus amigos estaban cerca, ¿pero cuándo ellos no
estén?.
Lot: Que tonto que es el tío, tenía la oportunidad de su vida y la
dejó escapar como si nada.
Mujer de Lot: Y bueno, eso era de esperarse de alguien que abandona su
ciudad y todo lo que tiene para vivir en una tierra inhóspita, que
deja elegir a su sobrino el mejor lugar, pero mejor que no acepto la
propuesta del rey, porque si no nosotros íbamos a quedarnos sin nada,
así que no le des ideas. Y ahora volvamos a la ciudad porque tengo un
montón de cosas que arreglar y debo planear la reforma de la casa,
cuando vengan los mercaderes tengo comprar muchas cosas...
Luego de esto Abraham y sus amigos regresan a sus hogares, el rey
Melquisedec regresa a su ciudad, lo mismo que el rey de Sodoma, Lot y
su mujer también hacen lo mismo.
Escena 8.
Esta escena se desarrolla después del regreso de la victoria sobre los
reyes, Abraham está muy pensativo, contempla el cielo oscuro de la
noche poblado de estrellas.
Dios: ¡ABRAM! ¡ABRAM!
Abraham: Si, Señor heme aquí.
Dios: No tengas miedo, Abram, yo soy tu escudo, y tu galardón será
grande en sobremanera.
Abraham: Pero Señor, ¿qué me darás, porque no tengo hijo, y el
mayordomo de mi casa, Eliezar, según nuestra costumbre es el que se va
a quedar con todo por eso?
No me has dado hijo, y por eso mi heredero será uno de mis siervos.
Dios: Éste no será tu heredero, sino que un hijo tuyo es el que te
heredará. Ahora vení al campo, tengo que mostrarte algo.
Abraham: ¿Qué es Señor?
Dios: Mira ahora los cielos, y conta las estrellas, si es que las
podes contar.
Abraham(tratando de contarlas): A ver, uno, dos, tres... y la verdad
que no puedo contarlas porque son muchas.
Dios: Bueno, así será tu descendencia.
Abraham: Si Dios, yo creo y tengo fe en lo que me decís.
Dios: Entonces por esa fe yo la cuento por justicia. Yo soy el Dios
Altísimo, el Todopoderoso, el Señor que te saqué de Ur de los caldeos,
para darte a heredar esta tierra.
Abraham: Dios, ¿cómo sabré que la voy a heredar?
Dios: Tu descendencia va a morar mucho tiempo en una tierra
extranjera, y aún será esclavizada y también oprimida por
cuatrocientos años.
Pero a esa nación que los esclavice y oprima, la voy a juzgar yo; y
después de esto van a ser libres y van a salir con gran riqueza y
abundancia.
Pero vos vas a tener paz en todos tus días y verás mi gloria y mi
poder.
En la cuarta generación ellos volverán a esta tierra; porque todavía
no ha llegado el colmo del pecado del morador de esta tierra, porque
es necesario que un poco de tiempo más se prolongue el dominio de esta
gente, pero muy pronto tus hijos, mi pueblo, tendrán el control de
esta tierra.
Hoy yo hago un pacto contigo, porque a tu descendencia voy a darle
esta tierra, desde el río de Egipto hasta el gran río Eufrates; la
tierra de los ceneos, los cenezeos, los cadmoneos, los heteos, lo
ferezeos, los refaítas, los amorreos, los cananeos, los gergeseos y
los jebuseos.
Escena 9.
En esta escena a Sara lamentándose el no tener hijo, y se puede
mostrar como es que le sugiere a Abraham prohijar a un hijo de Agar,
cosa que luego trae problemas.
Abraham: ¿Sara qué te pasa?
Sara: ¿Qué me pasa? Estoy triste, estoy mal, porque los años pasan y
yo no tengo hijos, estoy cansada de que todos hablen a mis espaldas
que esto es así porque Dios no aprueba nuestro matrimonio.
Abraham: No seas tonta, no escuches lo que los otros dicen, eso de que
Dios no aprueba nuestro matrimonio no es cierto, es más el me dio una
palabra, ¿te acordas?
Sara: Si que me acuerdo, pero yo quiero que sea pronto.
Abraham: No seas impaciente, yo también lo quiero ya, pero todo será
hecho y cumplido en el perfecto tiempo de Dios, ni antes ni después, a
su tiempo y a su sazón.
Es en esta parte en donde se puede mostrar lo tocante a Agar y su
hijo, y los problemas que trajo, ya que Sara que quiso ayudar a Dios.
Escena 10.
Estas escena corresponde al capitulo en donde Dios la circuncisión
como una señal de su pacto con Abraham, pero no se ha de mencionar ni
representar el tema de la circuncisión por razones obvias.
Se pude representar que es el cumpleaños número noventa y nueve de
Abraham, y que Sara lo saluda, al igual que todos su amigos y siervos,
luego Abraham queda solo.
Abraham: ¿Qué tal, eh? Noventa y nueve pirulos, pero si me veo como de
setenta.
Dios: ¡ABRAM! ¡ABRAM!
Abraham: Si, Señor heme aquí.
Dios: Yo soy el Dios Todopoderoso, tu Sustentador, Aquel es capaz de
Hacer y Ser todo lo que tú necesitas y aún más; anda delante de mí y
sé perfecto.
Y entre nosotros estará mi pacto, y te multiplicaré en gran manera.
En este momento se arrodilla, en señal de adoración.
Dios: He aquí que mi pacto es contigo, y serás padre de muchedumbre de
gentes.
Y tu nombre ya no será Abram, que quiere decir padre enaltecido, sino
que desde ahora serás Abraham, padre de una multitud, porque te he
puesto por padre de una muchedumbre de gentes.
Y te multiplicaré en gran manera, y haré naciones de ti, y reyes
saldrán de ti.
Y estableceré mi pacto contigo, y con tu descendencia que venga
después de ti, por pacto perpetuo, para ser tu Dios, y el de tu
descendencia.
Y te daré a ti, y a tu descendencia, la tierra en que moras, toda la
tierra de Canaán en heredad perpetua; y seré el Dios de ellos.
En cuanto a ti, debes guardar mi pacto, tú y tu descendencia.
Abraham: Esto es mucho más de lo que me esperaba, esto es tremendo.
Dios: Pero aún hay más.
Abraham: ¿Más todavía?
Dios: A Sarai, tu esposa, ya no la llamarás así sino que desde ahora
ella será Sara, que significa princesa.
Y la bendeciré, y también te dará ella un hijo...
Abraham: ¿La bendecirás y tendrá un hijo?
Dios: Sí, la bendeciré, y vendrá a ser madre de naciones; reyes y
pueblos saldrán de ellas.
Al oír esto Abraham, no pudo soportar más y se rió, no por
incredulidad, sino por lo grande que era lo que Dios decía.
Abraham: ¿Un hombre de cien años tendrá un hijo? ¿Y Sara ya de
noventa, lo concebirá?
Dios: Ciertamente Sara tu esposa te dará un hijo, y llamarás su nombre
Isaac, que quiere decir risa; y confirmaré mi pacto con él como pacto
perpetuo para sus descendientes después de él.
Yo estableceré mi pacto con Isaac, el que Sara te dará, dentro de un
año.
Luego de esto Abraham quedo sólo, y riéndose a carcajadas, al oírlo
Sara fue a ver que le pasaba.
Sara: Abram ¿qué te pasa? ¿Por qué te reís?
Abraham: Yo no soy Abram.
Sara: ¿Qué decís? ¿Qué no sos Abram? ¿Esto es alguna de tus bromas?
Abraham: No, no es ninguna broma, lo que pasa que Dios me acaba de
cambiar el nombre y me dijo que desde ahora en adelante yo soy
Abraham, el padre de una multitud.
Sara: ¿Eso te dijo Dios? ¿No te estará jugando una broma por el día de
tu cumpleaños?
Abraham: No, nada de eso, además también te cambió el nombre a vos.
Sara: ¿A mí?
Abraham: si, el dijo que desde ahora eres Sara, que quiere decir
princesa, y que vas a tener un hijo el año que viene, y además vas a
ser madre de naciones, y reyes y pueblos van a salir de vos.
Sara: ¿Eso te dijo? ¿Yo voy a ser una princesa? ¿Voy a tener un hijo?
Abraham: Si, vamos a tener un hijo, e incluso me dijo el nombre.
Sara: ¿Nuestro hijo ya tiene nombre?
Abraham: Si.
Sara: ¿Y cuál es?
Abraham: Se llama Isaac, que quiere decir risa.
Sara: Isaac, ya siento que los años de dolor y tristeza empiezan a
quedar atrás al pronunciar su nombre que representa el gozo del
cumplimento de la promesa de Dios.
Luego de esto Abraham y Sara salen, y mientras lo hacen siguen
hablando de todo lo que Dios les dijo.
Luego se puede mostrar lo que paso cuando Lot y su mujer se enteraron
del cambio de nombre de sus tíos.
Lot: ¿Así que ahora ya mis tíos no se llaman como antes?
Mujer de Lot: Eso si que no me lo esperaba, ahora resulta que el
nombre de él es Abraham, el padre de una multitud, y el de ella Sara,
o sea princesa, pero por favor eso si que me da risa, está vez si que
los viejos están para el loquero.
Lot: Yo me pregunto que viene después.
Mujer de Lot: La verdad es que no me lo imagino, pero conociéndolos a
ellos puede ser cualquier cosa.
Luego salen riéndose y burlándose de Abraham y Sara.
Escena 11.
En esta escena Abraham está sentado a la puerta de su tienda, hace
calor, luego, por uno de los costados del escenario entran tres
personajes vestidos de blanco y encapuchados, y Abraham sale a
recibirlos.
Abraham: Sara, parece que alguien viene por el camino.
Sara(desde el interior de la tienda): ¿Pero quién puede ser qué salga
a la hora en que hace más calor?
Abraham: La verdad que no sé, pero estos parecen que no son de por
acá.
Sara: entonces anda a buscarlos, tenemos que darles resguardo contra
el calor.
Abraham: Si eso mismo estaba pensando.
Abraham se levanta y va hacia estos personajes, y los saluda.
Abraham: ¡Qué la paz de Dios sea con ustedes!
Personajes: Y contigo.
Abraham: Les ruego que acepten mi invitación para pasar a mi tienda,
en donde va a poder tomar algo de agua y comer, y así podrán sustentar
sus corazón.
Personajes: Está bien, que se haga así como decís.
Luego de estos Abraham y los tres personajes van hacia la tienda, los
personajes se sientan, Abraham toma un recipiente y agua, y de acuerdo
a las costumbres les lava los pies, cuando termina de hacer esto
Abraham le pide a Sara que prepare panes, y ordena preparar la comida,
cuando todo está preparado les sirve a los personajes, y junto a ellos
comienza a comer.
Al terminar de comer empiezan a hablar.
Personaje 1(el mismo que hace la voz en off de Dios): Abraham, ¿dónde
está tu esposa Sara?
Abraham: ella está en la tienda.
Personaje 1: Como te dije antes, ahora te lo vuelvo a decir, en verdad
que volveré a visitarte; y según el tiempo de la vida, tu esposa Sara
tendrá un hijo.
Mientras ellos hablaban Sara, que estaba en la tienda escuchaba lo que
decían; al oír esto a Sara le causo mucha gracia y se empezó a reír.
Sara: ¿Será ahora posible esto, que siendo yo ya vieja y encima
estéril tendré un hijo? Me parece que Dios le esta haciendo un chiste
al viejo.
Mientras Sara decía esto el personaje, mira directamente a Abraham.
Personaje 1: Abraham, ¿por qué se ríe Sara en la tienda diciendo:
¿Será cierto esto que yo voy a tener un hijo siendo vieja y encima
estéril?
Decime ¿Hay alguna cosa que sea imposible para Dios o que sea difícil
de hacer? Al tiempo señado voy a volver, y según el tiempo de la vida,
Sara tendrá un hijo.
Sara: Pero yo no me reí.
Personaje 1: No digas que no te reíste porque lo hiciste.
Luego de esto siguieron hablando un poco más, y los personajes y
Abraham se levantaron y empezaron a caminar, hasta que salen del
escenario, quedando Sara sola.
Sara: Es cierto voy a tener un hijo, ya Dios lo ha dicho dos veces, el
año que viene voy a ser mamá. El tiempo está cerca, estoy tan feliz
que no puedo parar de reír.
La música sube y se apagan las luces.
Escena 12.
Esta escena se desarrolla en el campo, desde donde se podía ver las
ciudades de Sodoma y Gomorra, ahora los personajes son dos, y Abraham
camina con ellos, mientras ellos están llegando, Dios habla.
Dios: ¿Puedo ocultarle a Abraham lo que voy a hacer, siendo que se
convertirá en una nación grande y fuerte, y habiendo de ser benditas
en él todas las naciones de la tierra?
Porque yo sé que mandará a su hijos después de sí, que guarden mi
camino, haciendo justicia y juicio, para que yo haga venir sobre él
todo lo que he hablado acerca de él.
¡ABRAHAM! ¡ABRAHAM!
Abraham: Si, señor heme aquí.
Dios: Tengo que decirte una cosa muy importante.
Abraham: Habla, Señor, que yo te escucho.
Dios: Por cuanto el clamor contra Sodoma y Gomorra aumenta más y más,
y el pecado de ellos se agrava cada vez más al extremo, descenderé y
castigaré a estas ciudades, según el clamor que ha llegado a mi
presencia.
Cuando Dios dice esto los dos personajes salen en dirección a las
ciudades, quedando solo Abraham delante de Dios.
Abraham: ¿Señor, puedo hablarte una palabras?
Dios: Si, Abraham, ¿qué quieres?
Abraham: ¿Serás capaz de destruir al justo con el injusto?
Dios: ¿Qué quieres decir?
Abraham: Si en la ciudad hubieran cincuenta justo, ¿los destruirías
también y no la perdonarías por amor a ellos?
Dios. Si en la ciudad yo encuentro cincuenta justos, no la voy a
destruir por amor a ellos.
Abraham: ¿Pero si en vez de cincuenta, sólo hubiera cuarenta y cinco?
Dios: No lo haré, porque están esos cuarenta y cinco.
Abraham: ¿Pero si sólo hubieran cuarenta, veinte o diez?
Dios: No la destruiré por amor a ellos, pero debes entender que allí
no hay ninguna persona justa, pero yo entiendo lo que quieres lograr.
Luego de esto Abraham sale de escena.
Escena 13.
Esta escena puede transcurrir en el mercado de Sodoma, en aquel se
encuentran la mujer de Lot.
Mujer de Lot: ¡Por fin la suerte me sonríe! Después de mucho tiempo
ahora sí que todo vuelve a ser como era antes de salir con ese loco en
su estúpido viaje, pero ahora tengo todo lo que quiero, una linda
casa, muchas riquezas, dos hijas que son las más bellas de toda la
ciudad.
Mientras ella decía estas cosas, entra Lot, al parecer muy preocupado.
Lot: Por fin, te estaba buscando por todas partes.
Mujer de Lot: ¿Qué queres? Pareces un poco cansado ¿qué te pasa?
Lot: Es algo muy serio.
Mujer de Lot: Ay no me hagas asustar, ¿las cosechas bajaron, el
mercado de la seda subió, los siervos están haciendo una
manifestación?
Lot: No, nada de eso.
Mujer de lot: ¿Y entonces qué?
Lot: Nos tenemos que ir de la ciudad.
Mujer de Lot: ¿Qué? ¿Te volviste loco acaso? ¿Cómo que nos tenemos que
ir de la ciudad?
Lot: Si, es que corremos peligro estando en ella, dos ángeles de
Dios...
Mujer de Lot: Ah, bueno, ah, bueno, lo que me faltaba, resulta que el
gen del delirio místico es hereditario en esta familia, ahora resulta
que vos también estás tan loco como tú querido tío.
Lot: No mujer, no estoy loco.
Mujer de Lot: No, no estás loco, estás demente si crees que yo voy a
dejar todo lo que logramos conseguir en este lugar.
Mientras ellos discuten entran las hijas de Lot y sus novios.
Hija de Lot 1: ¿Pero qué les pasa? ¿Se volvieron locos?
Hija de Lot 2: como se les ocurre discutir y armar semejante lío en
medio del mercado de la ciudad, todos los van a ver, esas cosas
déjenlas para cuando lleguen a casa, y no hagan quedar mal a la
familia.
Mujer de Lot: Ay, mis nenas lo lamento tanto, es que el que se volvió
loco es su padre.
Hija de Lot 1: ¿Qué queres decir mamá?
Mujer de Lot: ¿Qué quiero decir? ¿Qué que quiero decir? Que su padre
quiere irse de la ciudad.
Hija de Lot 2: ¿Qué? ¿Eso es cierto papá?
Lot: Si...
Mujer de Lot: ¡Vieron! Se los dije.
Hija de Lot 1: ¿Pero por qué nos tenemos que ir? ¿Y adónde?
Mujer de Lot: Es que su padre dice que dos ángeles le dijeron que van
a destruir la ciudad y quiere que nos vayamos vaya a saber a donde,
esta loco como ese viejo que tiene por tío.
Hija de Lot 2: Perdóname papá, pero mamá tiene razón, vos no podes
pretender que nos vayamos de la ciudad, yo no pienso mover un pie de
este lugar.
Lot: Pero nos tenemos que ir, es peligroso que estemos aquí más
tiempo.
Mujer de Lot: Que estemos aquí no es peligroso, pero yo te voy a decir
lo que es peligroso, estar casada con un loco como vos eso es lo
peligroso.
Lot: Pero...
Mujer de Lot: Pero nada, ya una vez nos arrastraste en un viaje sin
sentido por seguir a tu tío, y ahora queres arrastrarnos en tu locura
personal, yo y mis hijas pasamos, porque nos quedamos, si queres irte
ándate vos.
Lot: Pero tienen que escucharme, lo que les digo es cierto, cuando yo
estaba en la puerta de la ciudad dos ángeles vinieron y me hablaron me
dijeron que sacara a toda mi familia de la ciudad porque Dios la iba
destruir debido a todas las cosas las que se comenten en ella y por no
querer arrepentirse.
Mujer de Lot: Esto es una locura, ¿decime dónde están esos “ángeles”
se te parecieron, si todo esto es cierto?
Mientras la mujer de Lot dice estas cosas, aparecen los ángeles.
Lot: Date vueltas y los vas a ver, porque acaban de llegar.
Cuando Lot dice esto, la mujer y las hijas de éste se dan vuelta y se
sorprenden al verlos.
Angeles: ¿Pero qué haces todavía aquí? ¿No te dijimos que saques a tu
familia de la ciudad porque Dios va a destruirla? Debes irte, sal de
inmediato, porque Dios escucho el ruego de Abraham para no destruirte
junto con toda la ciudad.
Lot: Mi tío Abraham ¿intercedió por mí?
Angeles: Si, por eso debes irte lejos y ponerte a salvo, ve a las
montañas, lejos de la llanura.
Lot: Pero no voy a poder llegar a tiempo a las montañas, pero les pido
que me dejen llegar a la ciudad de Zoar.
Angeles: Bueno está bien, que sea así, pero apúrate ya no pierdas más
tiempo, escapa por tu vida, y recuerda no mires hacia atrás.
Luego de decir esto los ángeles salen de la escena.
Mujer de Lot: Entonces ¿es cierto?
Lot: Si, lamentablemente es cierto, debemos irnos.
Mujer de Lot: Pero ¿nuestras cosas, todo lo que teníamos y habíamos
ganado?
Lot: Tenemos que dejarlo si queremos sobrevivir.
Mujer de Lot: Esto no es justo, estro es culpa de ese viejo loco de tu
tío.
Lot: No hables así, porque si no fuera porque el tío intercedió por
nosotros delante de Dios, también correríamos el mismo destino que
toda la llanura, pero adelante no perdamos más tiempo, porque cada
segundo que seguimos hablando lo perdemos.
Hija de Lot 1: ¿Y nuestros novios?
Hija de Lot 2: Tienen que venir con nosotros.
Lot: Bueno ustedes adelántense a preparar lo mínimo indispensable para
escapar y yo voy a hablar con ellos.
Luego de esto la mujer y las hijas de Lot salen, el se queda a hablar
con sus futuros yernos.
Lot: Ya escucharon, Dios va a destruir todas la llanura, tienen que
salir de la ciudad y venir con nosotros.
Yerno 1: Esto debe ser una broma ¿no es cierto? Usted no pretenderá
que creamos semejante historia.
Lot: Pero no es una broma, es cierto.
Yerno 2. Mire don Lot, tengo que reconocer que eso de contratar a esos
dos tipos para hacerse pasar por ángeles fue muy buena idea, pero no
vamos a caer, no nos va a ver la cara de tontos.
Luego de decir esto los yernos salen por otro lado, mientras Lot los
mira, como ve que no puede convencerlos se retira por el lado en que
salió su familia, cuando lo hace, la iluminación cambia, y suena
música de terror, la iluminación se vuelve rojiza, como si hubiera un
incendio, luego la gente corre de un lado al otro desesperada y
gritando que fuego está cayendo del cielo, aparecen los yernos de Lot,
buscándolo, pero ya es tarde, se lamentan por haber sido tan necios de
no haber creído.
Por otro Lado se ve a Lot y su familia huyendo, Lot envía sus hijas
primero, su esposa se encuentra rezagada, en un momento su esposa gira
la cabeza, y Lot ve aterrizado como se convierte en estatua de sal.
Lot y sus hijas llegan a la ciudad y ven la ciudad destruida, se
lamentan por el destino corrido por su madre; es tal el miedo que
tienen que terminan escondiéndose en una cueva, y piensan que son los
únicos sobrevivientes.
Luego de todo esto lentamente se apagan las luces, para volverlas a
encender lentamente, tiene que dar la idea del amanecer, Abraham
aparece en escena y ve desde lejos una humareda y un resplandor rojo,
sabe que es el lugar en donde estaban las ciudades de Sodoma y
Gomorra.
Dios: No te preocupes Abraham, porque me acorde de ti, ya que antes de
destruir a la ciudad saque a Lot de ella, no porque fuera justo, sino
porque tu intercediste por él ante mí.
Las luces se apagan y sube la música.
Escena 14.
Esta escena transcurre un año después, Abraham aparece en el escenario
caminando de un lado al otro, mientras Sara esta dentro de la tienda.
Lo que se intenta representar es el trabajo de parto.
Previamente se puede mostrar como Sara empezó a tener contracciones,
mientras estaba sentada hablando con Abraham, y como éste mando llamar
a las parteras para que la vengan a asistir.
Abraham: ¡Ya llegó el momento! Sara hace un buen rato que empezó con
trabajo de parto, las parteras están con ella adentro, ¿cómo estará
todo ahí adentro? Yo voy a ver.
Cuando trata de ver, una de las parteras sale y se lo impide.
Partera: Un momentito, señor, usted no puede pasar, se tiene que
quedar afuera esperando.
Abraham: Pero...
Partera: sin peros, porque no hay peros que valgan.
Luego de esta la partera vuelve a entrar.
Abraham: Ay, la espera me está matando, sólo le pido a Dios que Sara
esté bien, que reciba fuerzas para que pueda pasar el parto.
Mientras Abraham habla se escucha el llanto de un bebé, y una de las
parteras sale anunciando el nacimiento de Isaac.
Partera: ¡Ya nació! ¡Ya nació! Su esposa tuvo un hermoso y sano
varoncito.
Abraham: ¿Puedo pasar a verlo?
Partera: Venga conmigo.
Abraham y la partera van hacia donde está Sara sosteniendo a Isaac.
Cuando Abraham ve a Sara esta lo mira con gozo.
Sara: Acá está, nuestro hijo, nuestro Isaac.
Abraham: ¡Nuestro hijo! El cumplimiento de la promesa de Dios. Y tal
como Dios lo dijo, nació en el tiempo que dijo.
Partera: ¿Quién lo hubiera creído?
Sara: ¡Dios me ha hecho reír, y todos lo que oyeren esto se reirán
conmigo ¿Quién hubiera dicho que Sara tendría un hijo?
Partera: La verdad que nunca vi una mujer de su edad que tuviera tanta
fuerza para soportar las contracciones y el trabajo de parto.
Sara: Es que las fuerzas no eran mías.
Partera: No entiendo.
Sara: Muy sencillo, porque todo se debe a la fe, porque por ella yo
siendo estéril, recibí fuerzas para concebir; y di a luz aun fuera del
tiempo de mi edad, porque creí que el que lo prometio es Verdadero y
Fiel.
Abraham: Y esto es sólo el principio de lo que Dios ha de hacer.
Escena 15.
El principio de esta escena transcurre de noche, Abraham se encuentra
en la puerta de la tienda mirando al cielo, esta meditando y hablando
con Dios.
Previamente se puede mostrar la vida familiar de Abraham y Sara, como
Isaac había llenado su hogar de gozo, y como ellos lo amaban y estaban
tan orgullosos de él al ver que era el cumplimiento de las promesas de
Dios.
Abraham: Dios, que bueno que sos ¿Quién iba a pensar que a mi edad y
siendo Sara estéril íbamos atener un hijo? Pero todo esto es producto
de tu bendición, porque nuestro Isaac, que en sí no es nuestro sino
tuyo, porque tú nos lo diste, es el cumplimiento de tus promesas y la
demostración de que sos fiel y verdadero.
Dios: ¡ABRAHAM! ¡ABRAHAM!
Abraham: Si, Señor, estoy aquí.
Dios: Tengo que pedirte que hagas algo muy importante.
Abraham: Si, Señor lo que tu me pidas lo haré.
Dios: Entonces toma a tu hijo a Isaac, a quien amas, y ve a la tierra
de Moriah, y una vez allí quiero que me lo ofrezcas en sacrificio
sobre uno de los montes que te mostraré.
Abraham: ¿Qué? ¿Me estas pidiendo que sacrifique a Isaac?
Dios: Si, así es.
Luego de esto Dios queda en silencio y sólo queda Abraham con sus
pensamientos.
Abraham: Sacrificar a Isaac, esto es tan difícil ¿cómo se lo digo a
Sara? ¿Habré entendido bien? Pero es un pedido de Dios y lo tengo que
obedecer aunque mi entendimiento no sepa, ni vea algo de lógica, yo
voy a actuar con fe, porque sé que él es Dios, y aunque en Isaac tengo
la esperanza del cumplimiento de sus promesas, sé que Dios es poderoso
para aún levantarlo de en medio de las cenizas.
Abraham sale y la música sube y todo queda a oscuras.
Escena 16.
Abraham se encuentra preparado lo necesario para realizar este viaje,
por uno de los costados aparece Sara, que aún no sabe nada de lo que
esta por suceder, Sara lleva en sus manos una pava y un mate.
Sara: Buenos días viejo ¿parece qué hoy nos levantamos un poco
temprano? Todavía es oscuro ¿queres unos mates?
Abraham: Bueno.
Sara: ¿Qué estás haciendo?
Abraham: Estoy preparado todo para ir de viaje con Isaac, lo voy a
llevar a ofrecer un sacrificio a Dios.
Sara: Entonces tengo que prepararles algo de ropa y que comer
Abraham: Bueno, gracias.
Sara: Pero ¿Qué te pasa? Acá hay algo más que no me estas diciendo.
Abraham: ¿A quién a mí? No nada que ver.
Sara: No a mí, claro que a vos.
Abraham: A mi no me pasa nada.
Sara: Abraham llevamos casados muchos años, no me digas que no te pasa
nada porque te conozco.
En ese momento Abraham deja el mate y todo lo que esta haciendo y se
dirige a Sara, quien deja la pava de costado.
Abraham: Esto es muy difícil y muy duro, no sé como decírtelo.
Sara: Pero ¿qué pasa? Me estás asustando.
Abraham: Es, es Isaac.
Sara: ¿Isaac? ¿Qué pasa con Isaac? ¿Qué le pasa a nuestro Isaac? ¿Está
enfermo? ¿Se siente mal?
Abraham: No, nada de eso.
Sara: ¿Entonces?
Abraham: Es este viaje.
Sara: ¿Qué pasa con este viaje?
Abraham: Es que no te dije toda la verdad.
Sara: ¿Qué queres decir?
Abraham: Bueno, todo lo que te dije es verdad, ya que junto con Isaac
vamos a ir a ofrecer una sacrificio, porque Dios me ha ordenado que
realice este viaje, lo que no te diej es cual es el sacrificio que
Dios me ha pedido.
Sara: Y debe ser un carnero.
Abraham: No, no es eso ni nada de lo que ofrecemos siempre, mira Sara
yo sé que amas mucho a Isaac y yo también lo amo, porque el es la
esperanza del cumplimento de la promesa de Dios, porque siendo de edad
avanzada y vos incapaz de tener hijos Dios hizo el milagro y nació
Isaac.
Sara: La verdad no sé que tiene que todo esto con...
En ese momento Sara se da cuenta de lo que Abraham le quiere decir...
Sara: ¿Me estás diciendo que Dios quiere que sacrifiques a Isaac?
Abraham: Si, eso mismo.
Sara: Isaac, mi Isaac.
Abraham: Yo sé que es duro, yo también me sentí desgarrado por dentro.
Sara: Pero es Dios quien te lo pide, a pesar de nosotros no podamos
entender porqué, debemos hacer lo que es correcto, cualquiera se
rehusaría y trataría de evitar todo esto, pero esto es lo que Dios
quiere que hagamos, entonces tenemos que hacerlo, no te voy a decir
que no me duele, porque estaría mintiendo mi corazón de madre se está
desgarrando, y yo mima siento morir una parte de mí, pero si es un
pedido de Dios, él sabe porque, ya que el conoce aquellas cosas que
nosotros nos, pues nosotros sólo vemos una parte de la historia, pero
Dios sabe como ha de terminar, ya así como el día en que salimos sin
saber a donde, y para todos era una locura y llegamos aquí a esta
tierra que un día Dios nos prometió a nosotros y a nuestra
descendencia, y cómo por su milagro nació Isaac, sé que todo esto que
es confuso, más adelante estará claro, porque Dios tiene el control, y
este s un camino que se hace por fe, no dependiendo de lo que vemos ni
aún de lo que sentimos.
Abraham: Así es.
Sara: Pero ¿Isaac ya lo sabe?
Abraham: Todavía no se le dije, es que no me resulta fácil hacerlo,
además es como si Dios aún no me lo permitiera.
Sara: Entonces esperemos en el tiempo y el momento de Dios.
Los dos se abrazan y salen.
Escena 17.
Luego de esto Abraham ya tiene todo preparado para el viaje, tiene el
cuchillo, la antorcha encendida con el fuego con el que va encender el
holocausto y la leña, esta listo para partir, con él está Isaac, y dos
siervos.
Abraham: Bueno, ha llegado el momento de partir, tenemos que irnos de
inmediato.
Sara se dirige a Isaac y le da un beso en la frente.
Sara: Mi querido Isaac, sé que Dios tiene grandes planes para vos, aún
cuando vivas cosas que no entiendas, sabe siempre esto la voluntad y
el plan de Dios es sobre todo, aun por sobre nuestros sentimientos y
entendimiento, y cuando nosotros no comprendemos él si, pues él ve la
historia completa y sabe como va a terminar. Quiero que sepas que te
quiero mucho porque sos el cumplimiento de las promesas de Dios, y
nada ha de cambiar esto, recordalo.
Isaac: Si mamá ya lo sé, además no te preocupes que el viaje no va a
durar mucho, luego de ofrecer el sacrificio a Dios volvemos. Sos como
todas las mamás, cuando el nene sale de viaje se preocupa mucho, pero
trenes que entender que ya soy grande.
Sara: Si ya sos grande y tenes un futuro glorioso delante de tu vida,
porque Dios te ha deparado cosas grandes y maravillosas para ti.
Abraham: Llego el momento.
Sara: si, llegó el momento.
Abraham, Isaac y los siervos salen, mientras Sara queda atrás
mirándolos fijamente, en ella hay una extraña mezcla de tristeza y
esperanza.
Sara: Ahí van todas nuestras esperanzas y anhelos, nuestros sueños, el
fruto de nuestro amor, el fruto de la promesa, el cumplimiento de todo
lo que Dios ha dicho. Oh, Dios, sé que no soy nadie para cuestionarte,
pero siento que me desgarro por dentro y que me desmorono, sostenme
con tu mano, no me es fácil entregar a mi hijo, al cual espere por
muchos años, teniendo que soportar las criticas de los demás que me
decían que no tenía hijos porque era un castigo, pero de pronto
apareciste y dijiste que iba a tener lo que tanto esperaba, y esto fue
de tal impacto que me causo risa porque no podía creer lo que
escuchaba, pero fue así, ya que después de un año de que soltaste la
palabra nació Isaac, un hijo que ha llenado nuestro hogar de gozo y
risa; y a ahora sale de mi hogar para volver a vos, porque es tuyo,
sólo te pido fuerzas para poder atravesar este momento y poder ver al
final tu obra completa.
Luego de esto Sara sale, o se apaga la luz.
Escena 18.
Esta escena transcurre ya en el lugar del sacrificio, aparecen
Abraham, Isaac y los dos siervos.
Siervo 1: Che ¿faltará mucho todavía?
Siervo 2: La verdad que no sé, pero ya van tres días que estamos
caminando, y don Abraham no dice nada.
Siervo 1: Si tenes razón, yo me acuerdo que él siempre es de hacer
chistes, bromas o de contar algo, pero está vez casi no hablo, además
viste la expresión de su cara, parece que algo le preocupa.
Siervo 2: Y por si no lo notaste, antes de salir doña Sara también
tenía la misma expresión, a mi me parece que acá hay gato encerrado.
Mientras los siervos hablan Abraham se detiene, mira a su alrededor
como buscando algo.
Abraham: Hemos llegado, este es el lugar. Ustedes pueden ir a cuidar
el burro.
Siervo 1: ¿Está seguro, señor que se quieren quedar solos?
Siervo 2: ¿No le parece un poco tenebroso y solitario este lugar?
Abraham: No se preocupen que vamos a estar bien, ustedes espérennos en
este lugar, e Isaac y yo iremos a ofrecer el sacrificio, y luego que
lo hayamos hecho regresaremos.
Los dos siervos salen y Abraham le pide a Isaac que tome la leña,
mientras que él toma el fuego y el cuchillo.
Abraham: Bien, vamos que todavía nos falta un poco, tenemos que subir
allí, al monte.
Isaac: Papá te puedo hacer una pregunta.
Abraham: Si ¿qué queres?
Isaac: Yo se que esta es la primera vez que vengo a ver como se ofrece
un sacrificio, pero estoy viendo que tenemos todo, pues yo llevo la
leña, y vos tenes el cuchillo y el fuego ¿pero el animal que vamos a
ofrecer yo no lo veo por ningún lado? ¿En dónde está?
En ese momento a Abraham se el hace un nudo en la garganta; y mira a
su hijo.
Abraham: No te preocupes, que podes estar seguro que Dios se va a
encargar de proveer para el sacrificio la mejor ofrenda.
Luego de decir esto salen por uno de los lados del escenario, la
música sube y se apagan las luces.
Escena 19.
Esta escena transcurre en la cumbre del monte, el lugar en donde
tendrá lugar el sacrificio, lo primero que se ve es como Abraham e
Isaac están construyendo un altar de piedras. Y como luego de hacerlo
ponen la leña sobre él.
Una vez que tienen todo listo Isaac le habla a su padre.
Isaac: Papá ya está todo listo, pero aún nos sigue faltando el cordero
para el holocausto.
En ese momento Abraham camina hacia su hijo y lo abraza, Isaac está
extrañado, pues no comprende que es lo que sucede.
Isaac: Papá ¿qué te pasa?
Abraham: Es que te quiero mucho hijo ¿vos lo sabes no es cierto? Vos
sabes muy bien que nunca haríamos algo para dañarle o perjudicarte.
Sabes también que vos trajiste gozo a nuestras vidas porque eras el
anhelo de nuestro corazón; y representan el cumplimiento de las
promesas de Dios.
Isaac: Si que lo sé, porque sé que vos y mamá me aman, pero que tiene
todo eso que ver con lo que estamos haciendo.
Abraham: Bueno vos estás preguntando en donde está el cordero que
vamos a ofrecer.
Isaac: Si.
Abraham: Vos sos el cordero, ya que Dios me ha ordenado que te ofrezca
en holocausto a él en este lugar y tengo que obedecerlo, a pesar de
que mi corazón de padre esta desgarrado, tengo que hacer lo que Él me
pide.
Isaac: ¿Yo soy el sacrifico?
Abraham: Si, así es, sos la ofrenda que voy a ofrecer a Dios. Es que
Dios me ha pedido que te ofrezca hoy en sacrificio.
Isaac: Bueno si Dios así lo quiere tenemos que hacerlo, no podemos
dejar de cumplir con su palabra, ya que a él pertenece todo lo mejor
que podamos darle, y yo sé que la entrega no es fácil, pero él se
merece y es digno de lo mejor, de nuestro más preciado fruto y tesoro;
sé que esto para la lógica es una locura y cualquiera saldría
corriendo, pero yo no tengo ganas de huir porque extrañamente a lo que
se podría pensar tengo paz, es más yo me subiré al altar.
Y al decir así Isaac va hacia el altar y se pone sobre la leña,
mientras su padre lo mira y luego lo ata al altar.
Isaac: Papá no te preocupes ni tengas pesar por mí, porque una de las
cosas que he aprendido de ti en estos años es ser fiel en primer lugar
a Dios y a ponerlo a él primero en todo y hacer lo que él dice aunque
parezca una locura. Y aquí estoy dispuesto a ser un sacrificio para
Dios, siempre he sabido que soy de él. Te quiero, y decile a mamá que
la quiero también.
Abraham: Mi hijo, Isaac.
Le pasa la mano por la cabeza, acariciándolo, Isaac cierra los ojos
con una expresión de paz en su rostro, está como disponiéndose a
dormir.
Entonces Abraham con mano temblorosa, pero firme toma el cuchillo y se
dirige hacia su hijo.
Abraham: Señor aquí está, así como los has querido, te ofrezco lo
mejor, te ofrezco a mi hijo.
En ese momento Abraham levanta el cuchillo disponiéndose a matar a
Isaac. Pero en ese momento una luz fuerte lo ilumina desde arriba y se
escucha una voz que hace estremecer todo.
Dios: ¡ABRAHAM! ¡ABRAHAM!
Abraham: Si, Señor, heme aquí.
Dios: No extiendas tu mano sobre Isaac, ni le hagas nada; porque ha
quedado demostrado verdaderamente me temes y que estás dispuesto a
obedecerme en todo, porque no te negaste en entregar a tu hijo y darlo
en sacrificio.
Y en ese momento Abraham ve que detrás de él hay un carnero enredado
en un arbusto, lo toma y lo ofrece en lugar de Isaac.
Abraham y su hijo se abrazan y lloran de felicidad.
Abraham: Yo lo sabía, en lo más profundo de mi corazón lo sabía, sabía
que Dios iba a intervenir, incluso sabía que aún de las cenizas era
capaz de resucitarte porque el es poderoso para hacer eso y mucho más,
aunque tengo que decir que de verdad fuiste ofrecido.
Isaac: Es increíble todo lo que hemos vivido en este lugar, yo nunca
voy a volver a ser el mismo, cada vez que vea este lugar voy a
recordar este día.
Abraham: Creo que este lugar deber llamarse Jehová-jireh, Jehová
proveerá.
Isaac: Ese es un nombre muy adecuado, y todos lo que vean este monte
dirán: En el monte de Dios será provisto
Dios: ¡ABRAHAM! ¡ABRAHAM!
Abraham: Si, Señor heme aquí.
Dios: Por mí mismo he jurado, que al haber hecho esto, y no me negaste
a tu único hijo; voy a bendecir y multiplicar tu descendencia como las
estrellas del cielo y la arena que está a la orilla del mar; y tu
descendencia poseerá las puertas de sus enemigos.
En tu simiente serán benditas todas las naciones de la tierra, por
cuanto obedeciste a mi voz.
Luego de que Dios les habla Abraham e Isaac lo adoran y regresan en
donde están los siervos, para luego volver a su hogar, cuando Sara los
ve llegar, sale a recibirlos con mucha alegría y abraza a Isaac, ambos
le cuentan lo que paso, y lo que Dios dijo. Todos celebran.
Escena 20.
En esta escena Abraham hace una recapitulación de su vida.
Abraham: Y esta es mi historia, una aventura de fe, han pasado muchos
años desde que Dios me llamó y me dijo que saliera de Ur de los
caldeos, no voy a decir que al principio me pareció una locura, pero
luego obedecí, y habite como extranjero en la tierra prometida, como
si fuera tierra ajena.
La verdad que tuve que soportar la incomprensión e incluso las burlas
de aquellos que no creían que Dios me había hablado, y aveces hasta me
desanimé, pero Dios estuvo allí diciéndome que levantará la cabeza y
mirara las estrellas del cielo y la arena del mar porque así sería mi
descendencia.
Y aún Sara dio a luz un hijo, siendo que ella era estéril y avanzada
de edad.
También recuerdo cuando él me pidió que le diera a mi hijo en
sacrificio, fue una experiencia muy fuerte, mi corazón de padre estaba
desgarrado, pero sabía que debía obedecer a Dios, y aunque él era el
cumplimiento de las promesas de Dios lo ofrecí, porque creí que aún
Dios era capaz de resucitarlo de las cenizas, pero en su mano y
provisión Dios suplió el cordero para el sacrificio.
Y ahora estoy aquí, y he contemplado como mi hijo ha crecido, formó su
hogar y tiene hijos.
Pero Dios fue más allá, y me ha permitido ver lo que vendrá, y lo he
saludado y he visto el grandioso día de la Redención, porque he podido
ver de lejos lo que va a suceder, porque he visto a Aquel que traerá
Salvación, Redención y libertad a la humanidad; quien saldrá de mi
descendencia, y me gozo por eso, porque Dios ha sido fiel, desde el
día que me dijo vete de tu tierra hasta hoy; eternamente y para
siempre, ninguna de sus promesas se dejarán de cumplir, y ninguna de
las palabras que ha dicho dejarán de venir sobre mi vida.

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