cinco horas con mario: la técnica del monólogo en teniendo con qué alimentarnos y con qué cubrirnos, estemos con eso contentos. los que qui
CINCO HORAS CON MARIO: LA TÉCNICA DEL MONÓLOGO
En teniendo con qué alimentarnos y con qué cubrirnos, estemos con eso
contentos. Los que quieren enriquecerse caen en tentaciones, en lazos
y en muchas codicias locas y perniciosas que hunden a los hombres en
la perdición y en la ruina, porque la raíz de todos los males es la
avaricia, y por eso mismo me será muy difícil perdonarte, cariño, por
mil años que viva, el que me quitases el capricho de un coche.
Comprendo que a poco de casarnos eso era un lujo, pero hoy un
Seiscientos lo tiene todo el mundo, Mario, hasta las porteras si me
apuras, que a la vista está. Nunca lo entenderás, pero a una mujer, no
sé como decirte, le humilla que todas sus amigas vayan en coche y ella
a patita, que, te digo mi verdad, pero cada vez que Esther o Valentina
o el mismo Crescente, el ultramarinero, me hablaban de su excursión
del domingo me enfermaba, palabra. Aunque me esté mal decirlo, tú has
tenido la suerte de dar con una mujer de su casa, una mujer que de dos
saca cuatro y te has dejado querer, Mario, que así qué cómodo, que te
crees que con un broche de dos reales o un detallito por mi santo ya
está cumplido, y ni hablar, borrico, que me he hartado de decirte que
no vivías en el mundo pero tú, que si quieres. Y eso, ¿sabes lo que
es, Mario? Egoísmo puro, para que te enteres, que ya sé que un
catedrático de Instituto no es un millonario, ojalá, pero hay otras
cosas, creo yo, que hoy en día nadie se conforma con un empleo. Ya,
vas a decirme que tú tenías tus libros y “El Correo”, pero si yo te
digo que tus libros y tu periodicucho no nos han dado más que
disgustos, a ver si miento, no me vengas ahora, hijo, líos con la
censura, líos con ls gente y, en sustancia, dos pesetas. Y no es que
me pille de sorpresa, Mario, porque lo que yo digo, ¿ quién iba a leer
esas cosas tristes de gentes muertas de hambre que se revuelcan en el
barro como puercos?. Vamos a ver, tú piensa con la cabeza, ¿quién iba
a leer ese rollo de “El Castillo de Arena” donde no hablas más que de
filosofías? Tú mucho con que si la tesis y el impacto y todas esas
historias, pero ¿quieres decirme con qué se come eso? A la gente le
importan un comino las tesis y los impactos, créeme, que a ti,
querido, te echaron a perder los de la tertulia, el Aróstegui y el
Moyano, ese de las barbas, que son unos inadaptados.
Otro fragmento:
http://fragmentosdeliteratura.blogspot.com.es/2011/11/cinco-horas-con-mario.html