el teatro posterior a 1939. tendencias, autores y obras principales hasta nuestros días la segunda mitad del siglo xx está condicionada po

El teatro posterior a 1939. Tendencias, autores y obras
principales hasta nuestros días
La segunda mitad del siglo XX está condicionada por la Segunda Guerra
Mundial (1939-1945): se produce una reorganización del mundo en manos
de EEUU y la URSS, que formaron dos bloques y mantuvieron una larga
etapa de Guerra Fría. En cuanto al pensamiento, marxismo y
existencialismo1 son las tendencias más influyentes. En los años 60,
se produce un auge de la economía, que propicia el Estado del
Bienestar y el aumento de derechos sociales, así como al consumo de
masas. Al mismo tiempo, crece el inconformismo juvenil (movimiento
hippy, mayo del 68) y se habla de la posmodernidad, caracterizada por
el cansancio de la sociedad moderna frente al racionalismo, la
heterogeneidad y el individualismo. El cambio de siglo y de milenio lo
marcó el 11 de septiembre de 2001, con la destrucción del World Trade
Center y la amenaza fundamentalista.
En España se vive un largo periodo bajo el régimen franquista
(1939-1975), marcado por la autarquía y el aislamiento en los años 40,
así como por la división de la sociedad (los no afines al Régimen o se
exilian o viven sometidos a su control ideológico). En los años 50 hay
un cierto aperturismo (ingreso en la ONU en 1955) y en los años 60 se
vive el “desarrollismo” (ascenso de la clase media,
industrialización). A la muerte de Franco, se restaura la monarquía
con Juan Carlos I y se promulga la Constitución y el Estado de las
Autonomías en 1978. La mejora y consolidación del estado del bienestar
ayuda a la estabilización del país.
Tras la Guerra Civil (durante la cual el teatro era un teatro “de
circunstancias”, propagandístico en cada bando) sobrevienen unos años
duros con un panorama cultural desolador en el que los escritores
tienen dos opciones: el exilio (Alejandro Casona, Max Aub, Rafael
Alberti…) o la adecuación a un país en regresión cultural dominada por
la miseria, la represión y la censura. En teatro el impacto negativo
es especialmente acentuado, ya que Lorca y Valle-Inclán, los
principales renovadores, mueren en 1936.
Durante los años 40, la actividad teatral fue muy abundante, pero
presenta escaso interés. Se trata de un teatro de evasión (mediocres
comedias y melodramas, espectáculos de variedades, zarzuelas…, que
pervive incluso en nuestros días), donde lo más destacado es la
comedia burguesa en la línea de la “Alta comedia” benaventina y un
teatro ideológico (que responde a la derecha conservadora) con autores
como Juan Ignacio Luca de Tena (¿Dónde vas, Alfonso XII?), José María
Pemán (El divino impaciente), Edgar Neville o Joaquín Calvo Sotelo (La
muralla), entre otros.
Otra línea en esta década es el teatro humorístico, en general
intrascendente, salvo el propuesto por Miguel Mihura (su lenguaje
lleno de ingenio le convierte en un antecedente del teatro del
absurdo: Tres sombreros de copa, escrita en 1932, aunque no estrenada
hasta 1952, porque satiriza con desencantado pesimismo la mediocridad
de la vida de provincias y no fue entendida; sus posteriores obras
ceden al público burgués porque son más asequibles: Melocotón en
almíbar, Maribel y la extraña familia, Ninette y un señor de Murcia) y
Enrique Jardiel Poncela (de profundo corte intelectual, con rasgos
vanguardistas, influencia del cine y muy ingenioso: Usted tiene ojos
de mujer, Los ladrones somos gente honrada, Eloísa está debajo de un
almendro, que basan su humor en lo inverosímil y lo absurdo).
En los años 50, aparecen inquietudes existenciales en el teatro, a
partir de Historia de una escalera (1949). Se abordan los problemas de
la sociedad española de la época abandonando el tono escapista del
teatro anterior. Se trata de un teatro “de protesta y denuncia”.
Entre sus cultivadores pronto surgirán dos posturas antagónicas: el
posibilismo, defendido por Antonio Buero Vallejo (dispuesto a atenuar
la crítica o insinuarla para superar la censura; por eso en su obra
siempre encontramos un carácter simbólico, una denuncia de la
injusticia, el inconformismo ante un mundo hostil, el sufrimiento, la
búsqueda de la verdad y la ética y la lucha por la libertad. Entre sus
obras, modernas tragedias, destacan, además de Historia de una
escalera, En la ardiente oscuridad, Un soñador para un pueblo, El
tragaluz, La Fundación; algunas de ellas participan de la técnica de
“inmersión”, donde el público participa de las condiciones físicas o
psíquicas de algún personaje) y el imposibilismo, defendido por
Alfonso Sastre (teatro sin concesiones, concebido para despertar
conciencias, y para transformar el mundo, por lo que sus obras apenas
fueron representadas más allá del circuito universitario: destacan
entre sus obras, además de Escuadra hacia la muerte, La mordaza o La
taberna fantástica).
A mediados de los 50 y en los 60, surgió el teatro social-realista,
con temas sobre la injusticia social, la explotación y las precarias
condiciones de vida de los trabajadores. Algunas obras importantes: La
camisa de Lauro Olmo, Los inocentes de la Moncloa, de José Mª
Rodríguez Méndez; El tintero, de Carlos Muñiz; Los verdes campos del
Edén, de Antonio Gala; Los salvajes en Puente San Gil, de José Martín
Recuerda.
Los años 70 vienen marcados por el experimentalismo: aunque mantiene
la crítica social, se define por su oposición al realismo, por lo que
tiene muchas dificultades para ser representado (por eso se le
denomina teatro underground o subterráneo). Se basa en la
escenografía, en técnicas audiovisuales, por encima del propio texto
literario; la acción se distribuye en fragmentos que no constituyen
una historia y los personajes tienen carácter simbólico. Los autores
más destacados son Francisco Nieva (teatro de inspiración surrealista
y valleincanesca, con un lenguaje tremendamente barroco, como ocurre
en su “teatro furioso”, de denuncia: Pelo de tormenta, La carroza de
plomo candente) y Fernando Arrabal (empieza escribiendo obras cercanas
al teatro del absurdo, como Pic-nic, y evoluciona al llamado “teatro
pánico”, que busca el escándalo y la provocación y la “catarsis
pánica”: El triciclo, El cementerio de automóviles, El arquitecto y el
emperador de Asiria...).
A finales de la década surgen grupos teatrales independientes que
rechazan el teatro comercial y estrenan en locales especiales y
alternativos. El espectáculo, la luz, la danza, el gesto o la música
priman sobre el texto, que suele ser de creación colectiva, a partir
del cual realizan diversas improvisaciones. Entre los más conocidos
figuran Tábano, Els Joglars, Els Comediants, La Fura dels Baus, La
cubana...
Con la llegada de la democracia, el teatro se vuelca en la
representación de autores prohibidos hasta entonces y recibe un
importante respaldo oficial: se crean instituciones como el Centro
Dramático Nacional o la Compañía Nacional de Teatro Clásico. Aparte de
la labor teatral de estas instituciones, en los 80 se advierte una
tendencia al neorrealismo, esto es, se abordan temas de actualidad.
Aparece así un nuevo costumbrismo, esta vez de tono irónico. Se trata
de un teatro de autor donde destacan José Luis Alonso de Santos (La
estanquera de Vallecas, Bajarse al moro), Fernando Fernán Gómez (Las
bicicletas son para el verano) o José Sanchís Sinesterra (¡Ay,
Carmela!, Ñaque).
Desde los 90 se aprecian varias tendencias: desde un teatro de marcado
signo intelectual y reflexivo (Juan Mayorga) a un teatro más narrativo
(García May), pasando por un teatro vanguardista (Rodrigo García). En
general, hay una cierta obsesión por mostrar las manifestaciones del
mal en el mundo contemporáneo. Eso sí, cada vez hay menos espacio para
autores nuevos, ya que triunfan las obras comerciales y las
adaptaciones o reposiciones protagonizadas por actores de fama.
1 Existencialismo: parte de las ideas de Martin Heiddegger, que afirma
que el hombre es un “ser para la muerte” y esa certeza produce
angustia. Por su parte, Jean Paul Sartre, señala que se evidencia la
angustia del ser humano en un mundo sin valores desde la proclamada
“muerte de Dios”.

  • GOVERNMENT OF MONTENEGRO MINISTRY FOR HUMAN AND MINORITY RIGHTS
  • ÁREA TEMÁTICA (TIPO DE LETRA ARIAL TAMAÑO 12) TÍTULO
  • JANUARY 2010 MODIFICATION OF PROJECTS FUNDED BY THE HEALTH
  • FIRST AND LAST NAME ADDRESS EMAIL | PHONE
  • BOTIJO (TIPOS) 2321 ALCL III 622 ALEA III 747
  • JIM THE FOLLOWING IS REQUIRED IMPROVE SERVER RESPONSE TIME
  • GERENCIA DE ATENCION PRIMARIA EL GERENTE DE ATENCIÓN SANITARIA
  • SEGUNDA CIRCULAR CAROS COLEGAS A UNIVERSIDADE FEDERAL DE SANTA
  • 11 LIEU COMMUN ET CRÉATION POÉTIQUE NÉOCLASSIQUE LE
  • REGULAMIN MAZOWIECKIEGO KONKURSU LINGWISTYCZNEGO I WSTĘP 1 MAZOWIECKI KONKURS
  • DHSD60230UHNISL PTZ KAMERA TEKNİK ŞARTNAMESİ 1 CIHAZIN GÖRÜNTÜ SENSÖRÜ
  • CUT PLUG PERFECTION AT CAPE SCOTT LATE JULY 2009
  • 2012%2002%2010%20weekly%20update%20to%20schools
  • SUPPORTING INFORMATION ALKALIMETAL COMPLEXES OF A TRIAZACYCLONONANEFUNCTIONALIZED TETRAMETHYLCYCLOPENTADIENYL
  • RELACION DE FUNCIONARIOS QUE HAN OBTENIDO PUESTOS DE TRABAJO
  • SZABÓ MÓNIKA VAGYOK BOTA SZABÓ KENDÉNEK EGY 2 ÉVES
  • TÍTULO DE LA MEMORIA (TIPO ORACIÓN TIMES NEW ROMAN
  • NA TEMELJU ČLANKA 61A ZAKONA O DRŽAVNIM SLUŽBENICIMA (NARODNE
  • SÍNTESIS CURRICULAR MAIKER A SALAZAR G CEDULA DE
  • BESTÄLLARENS KONTAKTUPPGIFTER LEVERANTÖR NAMN TELEFON FAXEPOST LEVERANSADRESS NAMN (KONTAKTPERSON)
  • FICHE RESSOURCE EFFECTUER LA DÉCOUVERTE DU CLIENT
  • BO LA BASE DE EVIDENCIA CLÍNICA DE LA HOMEOPATÍA
  • OUR LADY OF GOOD HOPE MUSIC SCHEDULE JULY 18
  • VTIP NA TENTO MĚSÍC SVÁTEK 30 11 ONDRA BARTÍK
  • RGMA A GRID INFORMATION AND MONITORING SYSTEM BRIAN COGHLAN7
  • SOLICITUD PÓLIZA DE RESPONSABILIDAD CIVIL PROFESIONAL PARA SOCIEDADES MULTIDISCIPLINARES
  • 251 EFECTOS DE G EN LAS PERSONAS LA CAPACIDAD
  • PROJECT NAME INDEPENDENT VERIFICATION & VALIDATION PLAN VERSION NUMBER
  • KAMEL HAMMAMI EL AIN ROAD KM4 PO BOX
  • MODEL DE CERERE PENTRU EMITEREA AVIZULUI COMISIEI TEHNICE DE