PROLOGO AL LIBRO DEL DR Russed Yesis Barrera Santos

prologo al libro del dr. russed yesis barrera santos “resolución de conflicto en las comunidades mayas de guatemala” presentación

PROLOGO AL LIBRO DEL
DR. Russed Yesis Barrera Santos
“Resolución de conflicto en las comunidades mayas de Guatemala”
PRESENTACIÓN
La cultura es la mayor riqueza que tienen los pueblos. Ella constituye
el hilo conductor de su historia y de su tradición, y el sustento de
su identidad. Ahora bien la historia, como en consecuencia la
tradición y la identidad, siempre están en continuo flujo, en
constante cambio, en permanente adaptabilidad al entorno ecológico,
pero también al entorno social de relaciones sociales con los otros,
con los diferentes, con personas de otras culturas, tradiciones e
historias. De ahí la cambiante identidad, con raíces de fidelidad al
pasado, pero con sabias y constantes adaptaciones al presente
histórico. De ahí que todas las identidades y culturas, a la vez que
manifiestas estructuras de coherencia y lógica funcional, son también
espacios de ambivalencia, de ambigüedad y de conflicto interno.
Guatemala es un espléndido mosaico de pueblos, culturas, tradiciones e
identidades, que tiene el gran reto ante si de combinar, por una
parte, el respeto a las diferencias étnicas, lingüísticas, religiosas
que supone una riqueza cultural para todos, y a su vez convivir en una
unidad plural, que asegure la equidad de todos los grupos, que
componen el Estado guatemalteco, quien debe garantizar y proteger la
dignidad, libertad, igualdad y derechos humanos de todos los
individuos-ciudadanos de cualquier etnia, y por encima de cualquier
tradición cultural particular. Los límites de la diversidad étnica,
nacional, ideológica o religiosa son los derechos fundamentales de las
personas humanas, cuya dignidad inalienable y libertad están por
encima de las costumbres étnicas, pero también por encima de todas las
leyes esclavistas, racistas o segregacioncitas de los Estados
Modernos. Hay también prácticas culturales, que violan los derechos
humanos fundamentales, como la ablación del clítoris, la lapidación a
muerte de la mujer adúltera, la esclavitud, el tráfico de personas,
los etnocidios, los sacrificios humanos y otra larga lista de crímenes
contra la humanidad; los cuales, aunque pudieran ser “explicados”
antropológicamente según su tiempo y cultura, no pueden ser nunca
legitimados y practicados éticamente.
Hoy en el mundo, a pesar de “apisonadora” de la globalización, que
tiende hacia el pensamiento único y hacia formas culturales
uniformadoras, persisten muchas culturas, muchas pueblos originarios y
muchas etnias, que luchan por el respeto a sus tradiciones y culturas,
siendo las normas consuetudinarias de resolución de conflicto, una
parte substantiva y crucial del corazón de su cultura e identidad
étnica. Y por lo tanto, la exigencia a la praxis de su derecho
consuetudinario constituye una reivindicación legítima, que debe
respetarse e implantarse. Otra cosa es la también conveniente
adecuación entre la normativa de la costumbre étnica y la urdimbre
jurídica de un Estado en un país multicultural y pluriétnico.
Y no se piense nunca que lo “pasado”, “antiguo”, “tradicional” tiene
menos valor que lo “moderno”. Esta forma de pensar, además de
equivocada, con frecuencia puede ser xenófoba y racista. Y esto sirve
también para el “derecho occidental de justicia”, si lo consideramos
como el “summum” único moderno y válido, desprecian o menosprecian
otras formas culturales y étnicas de administrar la justicia y de
resolver los conflictos. A este respecto no puedo, por menos de citar
las palabras de Federico Mayor Zaragoza, ex Director General de la
UNESCO, quien en la “CUMBRE DEL PENSAMIENTO” Iberoamérica 2000”,
celebrada en Guatemala, en Abril de 1993, se planteaba la aparente y
falseante contradicción entre tradición y modernidad, siendo éste su
lúcido planteamiento:
“En Iberoamérica, cruce de trayectorias, mezcla de pueblos y de
tiempos, la vigencia del pasado posibilita la opción deliberada para
seguir adelante sin la necesidad de emular a maestros que actualmente
dan señales estrepitosas de cansancio. Tal vez la elección de un
progreso lineal y acrítico, tal vez el espejismo de una modernidad
percibida como meta suprema han llevado a esa sensación de fracaso...
El derrumbe del mito del progreso y las críticas a la unanimidad e
impuesta modernidad, no invalidan las legítimas aspiraciones a un
desarrollo que todo pueblo anhela y que cada cual es libre de definir
en su metas y objetivos, según su propia circunstancia (“circumstare”:
lo que está alrededor). Va siendo hora (intelectuales de esta región
ya lo han hecho con brillantez) de desmitificar las bondades de “la
modernidad” esculpida por manos ajenas e interesadas, cuando se trata
de una mayor capacidad de información, elección y acción de un momento
dado. Porque hay “modernidades pretéritas” que aún hoy permanecen
imbatidas. Modernos fueron los Mayas con sus impresionantes logros
científicos y técnicos, modernos son los Aimarás y los Quechuas con
sus embarcaciones lacustres de perfección dinámica insuperable,
modernas las expresiones plásticas de las culturas precolombinas.”
Sobre este horizonte, un tanto universalista y abstracto, con
cuestiones cruciales que atañen a casi todos los países, hoy y ayer
multiétnicos y multiculturales, es hora de concretar y aterrizar en
nuestro suelo guatemalteco, haciendo especial mención a la espléndida
investigación del Dr. Russed Yesis Barrera Santos, que defendió como
tesis doctoral en la Universidad Pontificia de Salamanca en España,
mereciendo la máxima calificación académica de “Summa cum Laude
Probatus”, honrándome un servidor de ser Director de su Tesis
Doctoral: Resolución de conflictos en los Pueblos Mayas de Guatemala.
Este valioso libro, que hoy lector tienes en tus manos, es el
resultado de un esfuerzo continuado, e inteligentemente desarrollado,
que el Dr. Barrera Santos, jurista internacional de formación y
profesión, ha logrado llevar a término feliz. Son muchos los méritos
de esta obra y de su autor. Me limitaré a algunos. Ha sabido tranzar y
uncir coherentemente perspectivas muy diversas en un análisis
pluridisciplinar, que van desde los ordenamientos generales jurídicos
internacionales y guatemaltecos hasta los marcos históricos,
sociológicos y antropológicos, que focalizan sus análisis en puntos
concretos, como son unas comunidades mayas específicas. De esta forma
las distintas miradas jurídicas, históricas, sociológicas y
antropológicas convergen en un punto de descripción concreto, unciendo
los planos macro/micro, lo global/local en un análisis único: el bajar
de las “nubes”abstractas y generalistas del jurista profesional, al
trabajo de campo, realista y específico, de tres Comunidades Mayas del
Departamento de Sacatepéquez: el Municipio de Santiago, y las aldeas
Santa María Cauqué y San José Pacul.
Y todo este peregrinar académico tiene un punto focal de análisis: la
resolución de conflictos en las comunidades mayas, según las
costumbres, normativas y procesos del derecho consuetudinario étnico.
Los conflictos forman parte de la vida social en todos los tiempos y
en todas las sociedades, pero no todas las culturas resuelven en las
mismas formas sus conflictos; y no existe tampoco una forma “superior,
única y universal”, válida para todas las culturas de resolver sus
conflictos. De aquí la necesidad de conocerlos, compararlos, siendo
saludable incluso, aprender los unos de los otros.
El presente libro va por ese enriquecedor camino de la búsqueda de
modos alternativos en la solución de conflictos; y con ese fin se fija
la atención en Comunidades Mayas concretas. Como advierte el autor “
con el presente trabajo, se promueve una mirada al tema y a la
sabiduría que en ciertas poblaciones mayas se tiene para tratar el
conflicto como parte de su cosmovisión. Existe históricamente, un
sistema de reglas, normas y principios aplicado por los pueblos
indígenas mayas, en el cual están presentes elementos de su propia
cosmovisión (manera y forma de ver y considerar el mundo), en éste se
incluyen la filosofía de vida, procedimientos, organización social,
selección de sus autoridades y resolución de conflictos”.
El Dr. Russed Yesid Barrera Santos, tras su análisis pormenorizado de
los conflictos de esas tres Comunidades Mayas, resume y codifica la
variedad de conflictos en cuatro, que son examinados en sus procesos
concretos de solución. Estas cuatro causas principales de conflicto
son: pobreza, falta de comunicación, alcoholismo y machismo.
De particular valor resultan los pasos y procedimientos que se llevan
a cabo para la resolución de conflictos, que se presentan de forma
comparativa, según cada una de las tres Comunidades Mayas.
Sus conclusiones pueden resumirse en los títulos de esos apartados:
“Causas contemporáneas, soluciones milenarias”, “un sistema que se
mueve entre la tradición, el cambio y la injerencia de la modernidad”.
¡Ojalá que el presente libro –yo así lo espero y deseo- sirva para
acrecentar el respeto y la admiración por la sabiduría de la cultura
del pueblo maya, y el enriquecimiento mutuo de los diversos sistemas
jurídicos, como el occidental jurídico y el consuetudinario maya,
sirviendo ambos a construir una Guatemala más justa, libre de racismo
e intolerancia, con el respeto a las diversas culturas, partiendo de
que es la persona humana, con su dignidad y libertad, la principal
depositaria de los derechos humanos universales e inalienables, entre
los que figura el derecho de toda persona a la alimentación, a la
salud, a la educación, y a la participación social y política en el
país, en donde habita. Todo esto constituye la base más importante de
la justicia humana y de los sistemas jurídicos de la protección de los
derechos humanos. Es cierto que también supone una gran utopía, un
horizonte continuo hacia donde deben caminar los pueblos y las
naciones. Guatemala, por su tradición jurídica republicana y por su
riqueza multiétnica, bien merece el cumplimiento de esa difícil, pero
posible utopía de justicia social, de paz profunda y de fraternidad
humana.
Tomás Calvo Buezas
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Profesor del Programa de Doctorado UPSA- Guatemala
Director del Centro de Estudios sobre Migraciones y Racismo de la
Universidad Complutense de Madrid, España
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